Me embriago
de rostros de ayer.
Pero, pasado mañana,
volveré a ver tu rostro
perdído y extraviado
que tendrás
cuando me digas
que no volverás a verme.
Pues te fuíste
no sólo de aquí
ni sólo de allá.
Te fuiste
en un camino
sin viaje
ni equipaje,
sin regreso
y sin salida.-